miércoles, 30 de enero de 2008

Búscame


Leyendo cada día los relatos que nos ofreceis, vienen sin querer recuerdos de aquellos días, recuerdos que para mí están siendo una terapia porque los dos siguientes años que siguieron a mi partida de la Uni fueron muy duros para mí, a consecuencia de un gran desamor caí en una profunda depresión que me dejó sin voz durante mas de 14 meses y me dejó sin ganas de vivir.

Por esa razón muchos de los recuerdos de aquellos días con vosotros quedaron dormidos, y digo dormidos porque yo los creia perdidos, pero ahora me doy cuenta que sólo estaban adormilados en un rincón de mi memoria.

Recuerdo que tenía muchos complejos, pensaba: jamás un chico se fijará en mí. Pero claro, yo sí me fijaba, jajajaj, hubo uno en especial de cuyo nombre no me acuerdo ( no es que no me acuerde....).

A veces, recordándole, pensaba que en que lugares me gustaría que esa persona me buscara si en algún momento quisiera encontrarme, y surgió lo que os ofrezco a continuación:


Búscame en el silencio de tus noches,

en la canción que suena en tu memoria,

en la luna que miras y conoces.


Búscame en la página en blanco de tu historia,

estaré escondida entre tus sueños,

allí donde se oye el acorde final de una melodía...,

allí estaré yo esperando tu mirada.


Búscame en el aire enamorado,

estaré respirando tus suspiros

arropada en el cálido refugio de tus brazos.


Búscame cerca de tí...., sin decir nada,

te clavastes en mi alma

y nunca podré olvidarte.


Ana


martes, 29 de enero de 2008

DIME QUE NO ERA ASÍ


Los que estamos rebuscando hasta en lo más recòndito del pasado, nos encontramos con vivencias que están ahí, gravadas en la memoria, y que sólo por el interés que ponemos en querer recuperar esos años para todos, ahondamos en lo más profundo.

Hoy os voy a recordar algo que seguro vivimos muchos de nosotros.

Sábado, qué más dá, un día cualquiera, de un mes cualquiera de hace 30 años.

Muy tempranito, eso sí, para aprovechar la tarde al máximo, dispuestos, lavaditos, para vestir, de lo poco que tuvièramos, eso sí, lo mejorcito, la colonia bien untadita, maqueaditos pero sencillos y unos cuantos duros en el bolsillo.

El autobús de linea a las cuatro de la tarde, que más dá de donde fuera nuestro destino era siempre el mismo, la alameda.

Reflejando nuestra imagen en la ventanilla cual de un espejo se tratase, había que causar buena impresión, ofrecíamos uestra mejor imagen. Ibamos pensando en lo que haríamos al llegar, cómo sería aquella tarde, pasearíamos, iríamos al cine, o reprímiriamos nuestros deseos sentados en un banco del parque, ¿qué haríamos?

Mientras en nuestro interior un cosquilleo nos avisaba, sabíamos que alguien nos esperaba, en un lugar que llegó a ser famoso por todos, en ese punto de encuentro, y te ibas preguntando, estará? a lo mejor no ha llegado, y si no viene, qué hago?, quizás más de una vez nos quedamos plantados, pero siempre por motivos indeseados.

Hoy ya no hay esos problemas porque el móvil, pertenece casi a nuestro cuerpo, siempre lo tenemos colgado, yo casi diría que nacemos con uno empotrado. Entonces, por aquellos años, la suerte y la sorpresa eran nuestro día a día, eran nuestros aliados.

Nos vamos acercando, y de repente, ahí está, qué nervios, què hago?, le beso, le doy la mano, hay mucha gente y todos esperamos, la sangre corre de arriba a abajo a toda velocidad, las rodillas flaquean y el cosquilleo interior ni se puede ni se quiere evitar.

Llegamos, "Hola", y nos damos un besito como el que no quiere, aunque en nuestro interior seríamos capaces de dar el mejor beso, ese que tanto soñamos. Què pena, que tontos éramos, bueno siempre existió algún espavilado, pero la mayoría nunca pasamos de un roce de manos, un abrazo apretado, alguna mano de excusión fugaz, que retornaba rápidamente al lugar de partida, con disimulo, pero atrevida.

Si tocaba baile, entonces era aún peor, la música te reblandecía aún más pero siempre te quedabas a las puertas, por más abiertas que estuviesen, nunca, nos atrevimos a entrar para coger lo que había al otro lado.

Hoy a mis años y cuando vuelvo la vista atrás, pienso "que grandes amores no fueron por la época en que nacimos, y que grandes pasiones quedaron sin haber vivido".

Aún con el pasar de los años, cuando paseo por ese sitio, veo sentados en sus escalones a todos ellos, chicas y chicos que esperaban para fundir unas ilusiones que nunca tuvieron destino.

Para mí, es un honor reconocer lo que fuimos y sentimos y no me pesa en absoluto lo que penseis los demás, porque sé que todos vosotros al igual que yo, tuvisteis esos sentimientos y recordaréis ese sitio.

Como se hace reconocimiento a los grandes monumentos artísticos, yo quiero traeros a la memoria "El desaparecido Banco Zaragozano", cuya esquina perdura, esa esquina de sueños de enamorados, de todos los años, de todas las èpocas, de todas las condiciones, de amores sabidos y no conocidos, de deseos ocultos, de miles de sensaciones, la esquina donde hemos soñado y sentido muchas generaciones.


Mi reconocimiento particular, a esa esquina malagueña, como monumento emblemático del amor de juventud.

El libro de nuestra vida


Me encanta leer, es una sana afición que tengo desde pequeña, desde que me enseñaron a hilvanar frases.
Leo casi todo lo que cae en mis manos, desde un libro de poesía, hasta las crónicas sociales y a veces hasta prensa rosa. Sí, no me averguenzo como otros de decirlo, ( queda mejor decir que estás leyendo a García Márquez que decir que te estas leyendo el Hola por ejemplo),piensan que son más cultos por ello ó por lo menos intentan aparentar serlo.
Cuando lees un libro y te percatas de que algo no has entendido, volvemos atrás, releemos lo ya leido, intentando comprender. Pero hay un libro en el que no podemos volver atrás, podemos releer pero no cambiar: El libro de nuestra vida. Ese que empieza en el momento justo que vienes al mundo, en el momento que te sacan de ese refugio que ha sido el vientre de tu madre, ese lugar seguro.
Ese libro, no lo leemos, lo escriribimos día a día desde ese preciso momento. Los primeros capítulos nos ayudan a escribirlos igual que nos ayudan a caminar, a dar los primeros pasos, vamos escribiéndolos sin darnos cuenta, hasta que un día tenemos el suficiente razocinio para seguir solos. Desde ese preciso instante somos responsables de lo que se va escribiendo en él, en cada frase, de cada línea.
A veces miramos atrás y nos decimos: si pudiera volver a escribir tal capítulo lo haría de esta forma no de aquella......., pero no, en este libro no se puede, lo que no hagamos hoy posiblemente mañana sea tarde para hacerlo.
Lo único que podemos hacer es aprender de los errores cometidos, vivir lo que antes no pudimos. Seguir escribiendo capítulos y si en un momento de nuestra vida hacemos recuento, no arrepentirnos de nada y ser consecuentes con lo que hemos sido, hecho o amado, y cuando al final llegue el THE END, podamos decir: habrá otras vidas, otras formas de vivirlas, pero este......, este es el libro de mi vida, la que quise tener, la vida que amé. Ana

lunes, 28 de enero de 2008

Calles en la lluvia

Buenas noches chicos, he de confesar algo...., yo también he hecho durante estos años mis pinitos literarios, no llegan ni por asomo a tener la calidad de los tuyos Martín Puga, porque leyendo lo que escribes el alma se abre para dar paso a tanta poesía.
Voy a atreverme a escribir algo...., va por vosotros:

Calles en la lluvia, pasos al azar.
Nadie tuvo la culpa que el tiempo pasara.... pero el tiempo pasó.
No hubo ni un más ni un menos, cuanto dolor!, pero sonreí.
Eres el fantasma de un amor imposible, lejano, la sombra de unos besos que nunca olvidé.
Calles en la lluvia, pasos al azar.
La vida que pasa no es toda la vida, por eso sigo viviendo mi vida sin tí.
En la distancia hay tantas cosas que se quedan por el camino...., pero si lanzas un beso, saldré a buscarlo, si sonries me estremeceré, porque tu risa me da vida.
Con tu recuerdo, no me hace falta la luna, ni el sol, sólo el latido de mi corazón al saber que estoy dentro de tus pensamientos.
Tengo en el jardín un espacio dedicado a tí....., he plantado besos, besos que deje de caer con dulzura. Todas las noches antes de acostarme me asomo a cuidarlos. Quisiera enviártelos para que me recordaras cada noche antes de que Morfeo te lleve al país de los sueños.

Ana Mª

domingo, 27 de enero de 2008

UN CANTO A LA VIDA Y AL AMOR


Espero mis queridos niños-as, que os dejéis llevar, no penséis que vais a decir, sólo escribid lo que salga de vuestro interior, no importa la manera, ni las formas, si rima o no, sólo importa que lo que aquí quede plasmado salga de vuestros recuerdos, vuestras emociones y vuestros corazón. seguro que todos tenéis mucho que decir, así que animaos, porque si no ya me veo, con Martín Puga echándonos un mano a mano.

Siempre me gustó escribir, de hecho tengo muchas cosillas por ahí escritas y esta que voy a compartir ahora con vosotros la escribi en el año 1.987


Indefensos llegamos a esta vida, nacemos por miles a cada segundo, pero nos sentimos tan poca cosa que buscamos como desesperados, el calor de unos brazos seguros que te aprieten.

Somos de todas las marcas, de todos los gustos, de todos los sabores y colores, somos de todas las partes del mundo. Mundo que te abre las puertas a un sin fin de sensaciones, a una vida de lucha y a un cajón lleno de sueños y de ilusiones, de metas donde llegar, de caminos que seguir, de momentos que guardar y momentos de sufrir.

Pero nos aferramos a ella con nuestros cinco sentidos y caminamos con o sin rumbo, en busca de nuestro destino, destino incierto,escondido, inseguro pero a todo a quel que nace siempre le espera uno.

Hay lazos que te dan libertad, hay cuerdas que te ahogan sin avisar, aprendemos a buscar unos instantes de alegría y encontramos sin querer, el miedo a la misma vida. Subimos, bajamos, crecemos, reimos y lloramos, sentimos odios sin querer, envidias sin saber, los deseos que te llaman, las fuerzas para luchar y las ganas de vivir; buscamos la meta del triunfo, el calor de una amistad y sin esperarlo encontramos al que llega sin avisar, el mejor de los sentimientos, el ser amados y amar, sentimos que llamamos, que nos vienen a buscar y te envuelves en un torbellino del que no se puede escapar.

El amor, qué es el amor?, sino un laberinto sin salida, sin metas, sin puertas, sin candados y sin control, te ofrece muchos caminos pero nunca indica la dirección, sin flechas que te digan "por ahí tienes que ir", lo que es bueno, lo que es malo, lo que es mejor para tí.

De pronto oyes un ruido, una máquina descontrolada que te atrapa el corazón, que te confunde, que te abruma, te inhunda de sensaciones todas buenas para tí, te envuelves, te entregas sin motivo, sin razón, aunque disputen peleas, tu mente y tu corazón.

Cuando se va, la luz se apaga, se marchan las alegrías, las sensaciones, se cierran puertas y ventanas y mueren las ilusiones. Mas, a nuestro pesar, vagamos por ese laberinto incierto donde nunca hay una meta, donde se confunden la entrada con la salida, donde todo es oculto, divertido, misterioso y sin razón y aunque en ocasiones, pueda ser hasta engañoso, que divertida es la vida y que hermoso es el amor.

Corre y busca el laberinto, sumérgete en esta locura, intenta encontrar el camino, pues si nunca te has enamorado, si nunca has sentido amor, no sabes lo que te has perdido.


Toda la vida la pasamos luchando por encontrar, lo que seguramente ya teníamos con nosotros y no supimos mirar con los ojos que debimos.

¿Dónde están esos Técnicos Administrativos?

Estoy echando en falta la sin par prosa de tod@s aquell@s que se han suscrito ya a este blog. Esto no me cuadra. ¿No nos enseñaron en aquellas aulas a redactar cartas comerciales? Pues ya está. Escribir en este foro, es como dirigir una carta a todo un Sr. Director Comercial de una Cooperativa del Manipulado de Hortalizas, tal es el caso del ilustre D. Carmelo Salguero Illescas. Podría ser como sigue:

Muy Sr. nuestro:
Ruego tenga bien a la recepción del presente escrito, dar las órdenes oportunas al Departamento que Vd. dirige, para que en el menor plazo de tiempo posible sea remitida a tod@s y cada uno de los miembros de su promoción en la Universidad Laboral de Málaga, un surtido seleccionado de todas aquellas variedades hortofrutícolas que se manipulan en la cooperativa de la que Vd. es un dirigente de conocida y merecida solvencia, con valía demostrada en los más prestigiosos mercados internacionales, por lo que entendemos que esta iniciativa que se le plantea no le ocasionará ningún trastorno en la eficiente gestión diaria de su Cooperativa, máxime cuando se trata de una labor humanitaria, habida cuenta del estado lamentable en que se encuentran nuestras exiguas cuentas bancarias (tras la insufrible y consabida cuesta de enero), consecuencia de unas políticas económicas nefastas que inciden con mayor virulencia en los maltrechos cuerpos de aquella generación de esforzados hombres y mujeres, que han llevado a este país a lo más alto de la cresta de la ola en el panomara internacional y, que sin embargo, al día de hoy nos quieren arrinconar cual si fuésemos material de desecho.

Es gracia y justicia que espera merecer, de quien no suele llamarse a engaño, al que Dios guarde mucho años.

Me ha salido una solemne chorrada, que tengo que acabar aquí, pues mi familia me apremia para ir a tomarnos unos vinos, y como comprenderéis ante tan suculenta propuesta mi débil cuerpo no se puede resistir. (He elegido a Salguero como blanco de mi sátira, para ver si se anima a escribir en este blog, pues siempre es el que más trabajo me cuesta para que participe solícito a todo lo que propongo). Perdonad, pero lo único que pretendo con mis intervenciones en este magnífido foro creado por Uceda, es que os animéis y escribáis lo que os plazca, pues siempre habrá compañeros ávidos al otro lado de la red, dispuestos a disfrutad de vuestras vivencias, anécdotas, ó como es mi caso, de las tonterías que estampemos en esta página. OS QUIERO A TODOS, UN FUERTE ABRAZO.

jueves, 24 de enero de 2008

En febrero o marzo de 1.976, mi tutor en Cheste, me llamo para reunirnos y aconsejarme sobre lo que iba hacer cuando terminara el curso en junio. Como sabéis, en aquel entonces la formación profesional era la hermana pobre de la Educación Española, no se exigía lo mismo a los que estudiaban el bachiller que a los que estudiaban F.P. (o eso nos decían nuestros tutores en la UNI, que decían que no llegábamos a dar la mitad del temario), y el 80% de los estudiantes optaban por el bachiller, para luego, los que podían seguir estudiando en la universidad. Pues bien, mi tutor fue directo y me dijo que no servía para estudiar, que en su opinión debía de elegir una rama de la F.P., como comprenderéis, pues creo que a la mayoría nos paso lo mismo, con 14 años recién cumplidos o a punto de cumplirlos, aún no había pensado que estudiar en un futuro (no es lo mismo la ilusión de un niño que quiere ser médico, arquitecto, bombero, etc., que la realidad), pues si estudiaba bachiller, esa decisión la tomaría con 18 años, y eso siempre que optara por seguir estudiando. Así que tenía que tomar una decisión más o menos rápida, y mi tutor me aconsejo, en base a los tests psicotécnicos que habíamos realizado, que eligiera la F.P. Rama Administrativa, pues en base a esos tests se me daba bien las matemáticas, la estadística, las ciencias y la contabilidad. Una vez decidido qué estudiar, el problema radicaba en decidirse por una de las tres universidades laborales en que se podía estudiar esa Rama de la F.P., estas Universidades eran las de Galicia, Toledo y Málaga.
Lo siento mucho, pero en aquel entonces y con 14 años mi primera opción era estar lo más cerca de mis padres y de mi familia, así que elegí Toledo, en segundo lugar Málaga y el último Galicia. Lo que paso fue, que me suspendieron la 5 evaluación de lengua (mi asignatura maldita, pues es la única que en diferentes cursos he llegado a suspender en más de una evaluación, así que perdonarme las faltas de ortografía, aunque hoy, con los ordenadores es más difícil cometerlas, y en la redacción que se me da fatal), como a los primeros que se les asigna la plaza es a los que lo han aprobado todo, y la mayoría elegía Toledo por estar en el centro de España, gracias a suspender, la beca se me dio para estudiar en la Universidad Laboral de Málaga.
Así que, el 4 de Octubre de 1.976 nos veis, a mi padre y a mí de camino a Málaga, en el único tren directo que había entonces desde Valencia, que salía a las 10 de la noche y que llegaba sobre las 12 de la mañana. (Ese mismo día, sobre las 11 nació mi hermano pequeño (el séptimo), y mi padre tubo que dejar sola a mi madre, por estar conmigo en Málaga)
En fin todo era nuevo para mi, pues sobre haber estudiado en Cheste, allí era externo, y no es lo mismo que ser interno y estar fuera de casa, y lo principal, no sabes que tipo de gente vas a encontrar, y la verdad es que lo que encontré fue a unos grandes amigos, y por eso espero que los próximos días 13, 14 y 15 de Junio nos veamos todos en La UNI.

miércoles, 23 de enero de 2008

tras la valla

Hola queridos compañeros:
Aunque escribir me cuesta, la tentación ha podido conmigo, y aquí estoy con un montón de recuerdos de nuestra UNI y poca capacidad literaria para expresarlos, cosa que otros si tienen y admiro, enhorabuena a mis queridos poetas.
No sabía por donde empezar y mi hijo me acaba de dar la clave, me comenta que ha estado tocando esta tarde con un profesor del conservatorio que toca la flauta genial, que es de Málaga y que tocó incluso con Camarón, sin lugar a dudas uno de los hermanos Ramírez, el flautista de TABLETÓN, de pronto mis recuerdos pasaron la valla de la UNI (por el roto del barranco evidentemente) y se fueron a “La Buena Sombra” donde frecuentemente veíamos a estos músicos, Aunque esas no fueron nuestras primeras salidas, estas empezaron tímidamente por la Colonia Santa Inés y aquellos bocatas de calamares, luego exploramos en dirección al Puerto de La torre y por fin nuestra primera salida al centro, autobús y parada en la Alameda, lo primero para muchos fue ir al puerto, ver aquellos enormes barcos, recorrer la calle Larios, ver los escaparates y asombrarnos de lo que podían llegar a costar las cosas, las visitas a Almacenes Mérida, las escaleras eléctricas y muchas cosas que para los que veníamos de pueblos pequeños era otro mundo.
Entre paseo y paseo paradita en la puerta del Zaragozano, posiblemente una de las mejores esquinas del mundo, el tiempo pasa y estos paseitos se van acompañando de cervecita y aparecen nombres míticos: La Buena Sombra, La Valdepeñense, La Reja y sus campeones, El Pil Pil, la plaza Mitjana y tantos otros sitios que también tuvieron su parte en nuestra formación, no todo iba a ser estudiar. Más tarde las salidas se fueron ampliando a otros territorios, El Palo, Torremolinos, El Tívoli y el no va más llego con la era de la motorización, cuando llegaron los seillas de Carlos y de Arbolea eso fue la leche.
No creáis que no tengo recuerdos de dentro de la Uni, solo que algunos ya lo habéis expresado estupendamente y coinciden en la mayor parte con los míos, solo unos detalles que no puedo pasar por alto: uno de los mejores momentos era cuando llegabas a la cafetería y decías “Emilio, bocata tortilla y cerveza”; cuando aparecieron los erizos en cierto armario; las tumbadas en el césped; las sesiones de cine club con Gerardo; como nos preparábamos para salir, los intercambios de ropa; como nos poníamos de Agua Brava o Patrick y un sin fin de cosas y no os preocupéis las visitas a Bulto y al Llano las comentaremos fuera del alcance de nuestros hijos.


Luis Barbero
Motril, 23 de enero 2008

sábado, 19 de enero de 2008

A Málaga me voy...(J.F.RIVERA)

Cuando en Cheste, el orientador me aconsejo que lo mejor para mi era hacer Formación Profesional, recuerdo que no tenía nada claro cual de las ramas me atraía más y creo que el destino decidió por mí, como en otras muchas cosas de la vida. Había que poner como mínimo 3 opciones y en función de las plazas que hubieran libres, te asignaban una de las ramas y la laboral que te correspondería.

La sorpresa llegó en forma de carta, rama administrativa y lo mejor de todo, me mandaban a Málaga (y digo me mandaban pues aquí no había mucho que discutir). Todo el mundo opinaba sobre el lugar que me habían asignado, y la única que puso reparos fue mi abuela paterna, que no paraba de advertirme de lo “peligroso” de las malagueñas (algún mal recuerdo se le había quedado de la época de la guerra civil), pero yo estaba muy dispuesto a correr riesgos.

Yo me sentía un privilegiado, otra nueva oportunidad de salir y conocer nuevos sitios.

A diferencia de Valencia, aquí no había viajes organizados y la ida te la tenías que apañar tú. Gracias a uno de mis tíos que era camionero de profesión, conseguí ir de acompañante en un porte para recoger botes vacíos a una fábrica ubicada, por aquel entonces, en Villanueva del Trabuco (pueblo natal de nuestra querida compañera Isabel Lara), a 45 kilómetros de la capital.

En aquel entonces, el viaje era toda una odisea, la carretera nacional atravesaba todos los pueblos que hay de Murcia a Málaga. Lo pesado del viaje, por la cantidad horas de dura carretera (saliendo por la tarde, se llegaba a primeras horas de la mañana siguiente), se veía compensado por lo ameno que se me hacía, viendo el empeño con que mi transportista piropear a toda niña que viera andando a la vera de carretera, para todas tenía uno distinto.

Rápidamente y casi sin darme cuenta, me encontré con un billete y dentro del autobús que salía de Villanueva del Trabuco con dirección a Málaga. A partir de aquí, mi viaje continuaba solo.

Allí estaba, con 14 años, al principio de Alameda, donde el conductor del autobús me indicó que debía bajarme, y sin saber a donde dirigirme. Lo único que tenía claro es que la Universidad Laboral estaba en Málaga, si pero ¿dónde? (lo que hubiera agradecido por aquel entonces la información que proporciona Internet o un socorrido GPS). Tras preguntar a 2 ó 3 transeúntes, desistí, lo mejor era asegurar y opte por un taxi, aunque para suerte la mía tampoco el taxista sabía muy bien a donde dirigirse y estaba empeñado en que debería ir a la Universidad, pues la laboral no le sonaba de nada. Tras unos minutos de incertidumbre, parece que alguien si se lo explica, y por fin, nos ponemos en marcha.

Cuando me bajo del taxi veo a otros, que como yo acaban de llegar, algunos de ellos acompañados por sus padres.


Una vez identificado, me dirijo a la Residencia y me asigna una habitación. Se hace obligado hacer comparaciones y buscar el lado positivo, las habitaciones solo son para 6 y las instalaciones son más nuevas y mejores que las de Cheste. Intento buscar caras conocidas, y aunque no hay nadie de mi antigua clase, si de mi querido colegio Águila.

Primera toma de contacto con los exteriores de la residencia, vamos con cautela, los veteranos del último curso de Cheste, nos hemos convertido en los novatos de Málaga.

Todo nos resulta nuevo, pero recuerdo que nuestra mayor sorpresa nos la llevamos cuando nos acercamos a las aulas, aun cerradas, y descubrimos leyendo las listas, que íbamos a compartir clases con "chavalas".

Con diferencia, esto último suponía, para los que veníamos de Cheste, un gran cambio y de ahí nuestro nerviosismo el primer día de clase.

Lo que primero me viene a la mente sobre ese día fue pensar, al ver a Mª Ángeles, Conchi, Yolanda y Encarní, no es posible que ellas estén en nuestra clase, deben haberse equivocado, ya que al menos nos sacaban la cabeza y nosotros parecíamos niños al lado suyo. Y lo segundo, es que se produjo una clara separación de los 2 géneros a la hora de sentarnos en clase, de una parte las niñas y de otra nosotros, pero esto afortunadamente duraría muy, muy poco, y sería el principio de una bonita amistad que se forjo durante los cinco siguientes años, pero creo que lo que aconteció, puede quedar para otras historias y otros momentos.

José Francisco Rivera
Murcia/Enero-08

Cuánto y que poco hemos cambiado......


Buenos días chicos, qué día más bueno pasamos el 12 de enero, cuantos recuerdos se me vinieron a la memoria cuando entré de nuevo por aquellas puertas. Pasé sólo dos años en la Uni, pero los recuerdo como los mejores de mi adolescencia y ese día me dí cuenta que todos vosotros los recordais igual.

Todos y cada uno de nosotros en algún momento de estos 30 años pasados ( sí, 30, parece mentira....), soñamos con volver a encontrarnos y me dí cuenta de ello al ver como se respondió a la llamada de Conchi, al ver nuestras caras de ilusión, nuestras sonrisas y tambien porque no? nuestras lágrimas de emoción al vernos de nuevo.

Cuánto y que poco hemos cambiado......., nuestro físico delata irremediablemente el paso del tiempo, pero dentro seguimos llevando aquel niño/a que en aquellos días eramos.

Hemos llevado caminos diferentes, pero todos ellos concurren en un punto en común: La Uni. De allí partimos un día....., allí hemos vuelto, volviéndonos a sentir niños por unas horas, maravillosas horas.

Estoy deseando que llegue el mes de Junio para que nos volvamos a encontrar, para veros a todos, todos lo que estabamos el día 12 y a todos lo que por circunstancias no pudieron venir pero que sé que estarán ahí,

Cómo hemos cambiado chicos, pero que poco hemos cambiado. Ana Mª.

viernes, 18 de enero de 2008

Título, el que tú quieras....





Dicen que el tiempo pasa... y debe ser verdad, porque mi cabeza clarea en canas.... dicen que las cosas se olvidan... y es cierto... pero quedan las emociones... Hay tantas emociones... más que recuerdos, en mi, en mis gestos, mi mirada, mi sonrisa... porque yo... soy producto de un tiempo en el que las cosas eran diferentes. No te atrevías a darte un achuchón... porque no estaba bien visto, pero la emoción de ese achuchón o ese beso que se te salía por los ojos.... compañeros, esa está aún aquí... como está aún, seguro.. ahí, en cada uno de vosotros...



Las emociones nos perviven, nos moldean, nos llevan y nos traen en el tiempo...y nos hacen ser lo que somos. Mis emociones saltaron el dia 12, cuando pude abrazar y besar a mis compañeros de "crecimiento", no a todos... pero alguno vino. Gracias....



Contaros lo que sentía mientras esperaba que llegase ese bendito sábado... sería largo y seguramente aburrido, porque estoy segura de que vosotros... los que vinisteis... sentíais igual que yo....



Deciros quizás el cúmulo que emociones que experimenté, como entonces.... y que durante días me mantuvieron en una montaña rusa... ahora subo... ahora bajo....Dios!! que hormigueo en el estomago......



Cuando yo llegué a la uni, era una niña siempre rodeada de niñas, considerada como la mejor hija del mundo!!!!.... claro no daba un problema... no era capaz de pensar por mí misma... pero conforme fué pasando el tiempo... aprendí a pensar por mi cuenta... a tomar mis propias decisiones.... a arriesgarme con algún que otro beso a hurtadillas.... aprendí en resumen, a vivir..... y eso, ocurrió en la Universidad Laboral de Málaga, lugar al que los psicólogos, año tras año... decían que no me adaptaba.... Lugar al que odié en un principio.... y luego reconocí como mi casa, aunque no durmiera allí...



En fin, chic@s, yo también me hice una persona mejor con vuestro contacto. Al final descubrí que sin la uni, yo no sería la mujer, la persona que soy hoy en día....ya se!...ya sé!!!!! todo se puede mejorar...... estoy en ello.... y cual es mi sorpresa que hoy, al igual que ayer... estais cerca de mí para ayudarme en esa tarea.....



Desde mi emoción, mis recuerdos, mis ilusiones de ayer y de hoy..... quisiera abrazaros y besaros a todos y cada uno de vosotr@s..... bueno, a unos más que a otros....jejejeje

Bienvenidos de vuelta a casa.



Parece que fue ayer.................

¡Amigo y compañero Uceda, este blog promete y mucho!
Acabo de leer lloroso las vivencias que habéis insertado en este blog: Conchi (las damas primero), Arbolea (la A es la primera letra del abecedario) y Bubi (no te cabrees conmigo amigo Tauro).
Cada relato me ha llegado a lo más profundo de mi corazón, y descubro con sorpresa que vuestra literatura en nada tiene que envidiar a mi humilde poesía. La "Uni" fue buen semillero (y de esto Salguero sabe un montón) de grandes hombres y mujeres, honorables todos ellos (con talento sobrado para haber llegado a presidente-a del gobierno), pero este oficio vulgar sencillamente no va con nuestros graníticos valores de honestidad, honradez y solidaridad (los cuales como el "valor" en la mili, se nos presupone, ¡carajo!).
Que la "Uni" a todos nos marcó en el desarrollo de nuestra personalidad (no en vano entramos siendo niños-as y salimos de ella siendo todos unos apuestos mozalvetes y unas lozanas señoritas), es un hecho irrefutable desde cualquier punto de vista. Pero de todas las enseñanzas que pude aprender de aquellos irrepetibles años, no me quedo con ninguna en el plano puramente académico. Más bien, al contrario, para mi las "ENSEÑANZAS" con grandes letras mayúsculas, fue la de concebir la AMISTAD entre compañeros y compañeras en la penosa tarea de estudiar para ser hombres y mujeres de "provecho" (como nos decían machacomente nuestros padres), como el mejor de los regalos regalo que hasta entonces nos había obsequiado la vida.
Cinco años dieron para muchas vivencias y, en mi caso particular, significaron cambiar mi mentalidad y moralidad un tanto localista y ramplona, por otra más abierta, solidaria, fraternal y, porque no decirlo, revolucionaria. (De ahí mi vocación por el sindicalismo y la política durante más de 20 años), facetas de las que ahora ando un poco enemistado porque en mi peregrinar muchos "compañeros-as" que sentía como amigos, cambiaron su utopía por el sillón y la alfombra de lujosos despachos). Conozco algunas excepciones, entre ellas las de mi "hermano" UCEDA, que sí practica un sindicalismo comprometido y de clase, y que yo sepa no se ha cambiado nunca la chaqueta (¡y que yo me entere!).
Perdonad por este último párrafo a modo de inciso, pero es lo malo que ha tenido la política en mi vida, que a veces acostumbro a irme por los cerros de Úbeda y meterme en camisas de once varas.
Nunca he dejado de ser aquel niño tímido que llegó a la Universidad Laboral de la mano de mi "viejo" (tristemente ya fallecido), que me acomodé en la habitación que me asignó el insigne Conejo. Que la primera noche (y otras muchas) cuando se apagaban las luces me hartaba de llorar a lágrima viva, pero que con el paso del tiempo fuí endureciendo mi corazón (la necesidad obliga), para convertirme en el segundo ciclo (4º y 5º años) en el iser "mpresentable" que sigo siendo hoy día, que ha luchado y luchará por las causas que realmente considero como justas, y que sigo teniendo a la amistad como un valor en alza (aunque no cotize en Bolsa), que miro al futuro con cierto recelo, pero que me enorgullezco y es para mi un gran honor teneros a todos como mis grandes amigos-as. Que he aprendido a reirme de mi mismo, para luego reirme de todo lo que me plazca y que, me tomo la vida como lo que es, un regalo de la madre naturaleza que no solo voy a disfrutar el día de Reyes, sino todos y cada unos de los días que me toque vivir.
Como dijera el poeta, soy en el buen sentido de la palabra bueno, y estoy convencido de que parte de esta bondad, lo es así porque estoy hecho de infinitos pedacitos muchos de los cuales sois vosotros y vuestras vivencias compartidas, y si me faltará alguno de ellos ya no sería José Luis Martín Puga, también conocido como "Guin" o si lo preferís "balaguillo".
Gracias a todo@s, y amenazo con seguir escribiendo en este blog persiguiendoos en vuestras noches de insomnio como la peor de las pesadillas. OS QUIERO.

CORRIA EL AÑO 1.976......................


Vélez Benaudalla (Granada).

Mes de Julio de 1.976.

Catorce años recien cumplidos. Sobre las diez de la mañana, mi madre entra dando gritos en mi habitación, se abalanza sobre mí y comienza a darme besos y a llorar. La esperada carta de la beca acaba de llegar. En un momento pensé que todas mis ilusiones se habian acabado.

No era así. Mi madre lloraba de alegria y de tristeza. Alegria porque se me abria el horizonte, tristeza porque sabía que mis dias junto a ellos estaban contados. Yo solamente pregunté: ¿a donde tengo que ir?. La respuesta no me la esperaba: Universidad Laboral de Málaga. Ví en el rostro de mi madre un hilito de esperanza. Al fin y al cabo no estaba tan lejos.

A partir de ahí todos los dias eran frenéticos, preparando el DNI, comprando ropa. Me acuerdo cuando fuimos a comprar la maleta. ¡Menos mal que aceptaron la que yo quise!.

Y llegó ese dia de Octubre.

Toda la noche despierto, sin pegar ojo, los acontencimientos que se avecinaban quería que se adelantaran esa noche para verlos desde mi cama. ¡Que lejos de la realidad!.

Comenzaba una vida nueva.

A las seis de la mañana, todos en pie. Mi padre en la puerta de la casa con su Seat 1500 (era taxista) esperándonos y regañándonos porque ibamos a llegar tarde.

Y llegó ese momento del despido. Despido para mis abuelos y demás familia. Un tráuma. Debo confesar, por qué no, que lloré y mucho. El niño se iba y ya no lo volverian a ver hasta "La Pascua", si seguian vivos, según ellos. Por suerte duraron mucho más.

Tres horas de camino. ¡Vaya carreterita!. Y nos quejamos ahora. Y por fin.....el cartel:





UNIVERSIDAD LABORAL "JOSE UTRERA MOLINA" (MALAGA).


Otro mundo. La verdad es que no nos esperabamos ese Centro. Nunca había visto nada igual. ¡Que majestuosidad!. ¡Que edificios tan modernos!. ¡Que campo de futbol!. Este era mi nuevo hogar. Tenía que aprovecharlo al máximo. Y así fué ó creo que fué.

Al bajar la escalinata, vemos cantidad de gente. Todo lleno de maletas. ¡Madre mía donde me he metido, pensé!. A la cola, y delante de mí, José Antonio Sánchez García y su madre. Menos mal que las madres pronto se dan a conocer y nos presentan. Entregamos la documentación y nos señalan la residencia 1, como nuestro nuevo hogar. ¡Cuanto alboroto hay por todos lados!.

Toc, toc.. tocamos en la puerta del tutor. Se llama José Antonio Conejo Arrabal. Nos da la bienvenida y nos acompaña a la habitación que nos han designado. Habitación número 3. Poco a poco llega Bubi, Almogia, Paco Sánchez y Bustos, al final ya estamos los seis.

Comienza otra historia.

Continuará...............................

Un abrazo a todos







jueves, 17 de enero de 2008

Luchando contra la amnesia

Llegué a la Uni procedente de un pueblecito perdido en la Alpujarra granadina: Bubión.

Para mí todo aquello era inmenso, las residencias, el comedor, la biblioteca, ... y me sentí minúsculo, insignificante entre tantos edificios y tanta gente. A la postre, ese fue mi hogar, los extraños se convirtieron en mi familia y la Uni fue mi casa. Ahora con el paso de los años acuden a mi memoria como flashes, caras y recortes de aquella historia que hoy estamos reviviendo de nuevo.

Recuerdo las incursiones por la rambla para coger naranjas y limones. Cierto día vimos unos cepos de pájaros y nos pusimos a saltarlos, cuando de repente se escuchó una voz a nuestras espaldas, no se si corrimos o volamos, pero si se que Retamero, que en las clases de Rubén, siempre iba de los últimos, nos adelantó como una bala.

También recuerdo las ascensiones al "monte de la Tortuga", desde donde se divisa a un lado Málaga y al otro la Uni.

¿No os acordáis del "Pabellón cubierto"? Sí, en el que dábamos las clases de educación física cuando llovía, saltando en las colchonetas.

¿Quién no se acuerda de "la Vívora", de "le Petit Garçon" o de "la Pigmeo".

Tampoco puedo olvidar las canciones de Jarcha y de Víctor Jara (inéditas para mí entonces). Y la inolvidable versión del "Yesterday" de los Beatles que hacía ... (aquí me falla un poco la memoria), pero creo que era Vera Porras con su guitarra entre clase y clase. Y el "Te amo" de Umberto Tozzi, magistralmente interpretado por Romero. Hablando de música sería un crimen inconfesable no recordar "El Búho Musical", añorado programa radiofónico que nos daba las buenas noches y nos hacía dormir como a dulces bebés.

Cómo no recordar aquel entrañable personaje que durante todo el año iba en mangas de camisa excepto los días de examen que, aunque cayera el sol a raudales, no se separaba de su chamarra azul.

No deben quedar en el olvido las misteriosas apariciones al Arbolea en el descansillo de la segunda planta de la Residencia 1.

Y por último, algo que se me quedó grabado del primer año fue cuando estábamos en la sala de estudio, llegó José Antonio Conejo, nuestro tutor y ante un silencio sepulcral, sonó su voz alta y cabreada: ¡¡¡el aula 3 de 1º F.P. 1, que pasen a mi despacho!!! El cabreo no era otro que el que después de la primera evaluación habíamos batido todos los records, era raro el que de las 14 asignaturas que teníamos, no hubiera suspendido 2, 3 ó 4 , llegando en algunos casos a 11 y 12. Esto quedó contrarrestado en la segunda evaluación, cuando en un tono mucho más cordial (incluso con alguna mano por el hombro) fuimos llamados de nuevo a su despacho, donde todo fueron felicitaciones y reconocimientos ante el arduo trabajo de recuperación realizado por todos en general y por Diego en particular; fructificando todo esto a final de curso con aquel viaje a Ceuta.

Nuestros recuerdos son nuestro mejor tesoro. ¡Vamos a compartirlos!

TODO SE DEBIO A LA NOSTALGIA


De alguna manera la idea del encuentro nació, porque un día, me sentí un poco nostálgica y me di cuenta que os echaba de menos , comencé entonces a pensar cómo podría yo hacer para buscaros, para saber que había sido de vuestras vidas, y más aún , para intentar que todos volviésemos a vernos, a encontrarnos de nuevo. Me parece maravilloso, que entre todos, con nuestras experiencias, reconstruyamos esa etapa tan hermosa de nuestras vidas, años que nos marcaron para siempre, vivencias que llenaron nuestro camino, muy especialmente en una época donde todo era cambio, donde entramos como adolescentes y salimos dispuestos a enfrentarnos a esa nueva faceta que nos esperaba.
Para mí particularmente, esos años fueron muy especiales, entiendo que no todos nosotros los vivimos de la misma manera pero yo quiero hoy daros algo de lo que yo sentía y que nunca pude olvidar, no me he dado cuenta de los años que han pasado porque siempre, a lo largo de toda mi vida, he tenido presente aquellos años, ¿ qué significó para mí la Universidad Laboral.?
Yo no voy a hablar de política, porque eso lo dejaré para otros compañeros que seguro saben más y porque ese es un tema que a mí sinceramente nunca me ha interesado, siempre he dicho que todos son iguales cuando tienen la vara de mando y no quiero entrar a cuestionar nada.

Año 1.976, exactamente el 5 de Octubre, críos de 13, 14 años todos inocentes, desembarcados de repente en un ambiente donde la libertad era algo existente y a lo que casi ninguno de nosotros estábamos acostumbrados; los que venían de Cheste, por ser un centro sólo de chicos, donde prácticamente se criaron unos a otros porque entraron allí siendo unos niños. Los que venían de otras provincias, porque la mayoría procedían de un ambiente rural y llegaban un poco perdidos, los externos de Málaga, venían de colegios de barrios dispuestos a dar de sí todo lo que se pudiera por intentar labrarse un futuro alga mejor que el que tenían nuestros padres, y las chicas, que decir de nosotras, procedentes de aquellas familias de los 70 donde la palabra del padre era la ley y donde no se nos permitía levantar la voz, para algunas de nosotras incluso sería la primera vez que íbamos a estudiar con chicos.
Nuestras familias, todas de clase obrera, la mayoría de nosotros sacados adelante a base de mucho sacrificio, pues los años que corrían no daban para más, donde haber podido conseguir la beca para estudiar era una gran lotería que no todos podían lograr, y gracias a que pasaron algunos años tras la muerte de Franco para que todos los sistemas y centros educativos empezaran a cambiar, pudimos disfrutar de unos privilegios que en pocos centros disfrutaban, tenemos que reconocer fuera de todo contexto de ideologías que los últimos coletazos del franquismo, fueron nuestros primeros años de alegría; y de esta manera, con esta suerte, con todas nuestras referencias, notas, fotos y papelillos, llegamos un día a la Universidad Laboral de Málaga.

De repente, un mundo nuevo y desconocido, se presentaba ante mí, se abría un abanico de oportunidades y de cosas que hacer y sola, podía decidir, respirar nuevos aires, lo que quisiera sin control de nadie, sólo con la responsabilidad de sacar unos cursos adelante sin fallar, pues, el no responder significaba ir a la calle. Reconozco, que eso era para mí lo que menos me importaba, porque yo sabía que tenía que estudiar, pero era algo asumido y que no me preocupaba, quizás porque esa fue una cualidad que tuve siempre, nunca nadie me tuvo que decir lo que tenía que hacer, yo lo sabía y pensaba llevarlo a cabo.

Una vez instalada y pasadas las primeras presentaciones, rubores y palabras cortadas, comenzamos nuestra aventura de crecer, en conocimientos y en humanidad, en saber estar y saber respetar. También es cierto que los profesores abusaban un poco, siempre tenían en la boca, haz esto o sabes que te expulsan, haz lo otro o ya sabes, creo que la palabra expulsión estaba bien gravada en nuestra mente y ése sería seguramente el motivo por el que tuvimos más respeto y si cabe un poco de miedo. A mí. por aquello de la altura (cosa que al principio me acomplejaba un poco, el medir 1,72), Ana Tere, la profesora de gimnasia, me eligió para jugar en el equipo de voleibol de la Uni, cosa que al principio no me alegró, pues era un deporte que jamás había practicado, me gustaba el atletismo, pero las cosas vinieron de esta manera, y verdaderamente con esto, se abrió un mundo fantástico para mí, entrenamientos, campeonatos, viajes, medallas, trofeos y muchas satisfacciones, tuve la suerte de ser un miembro de ese equipo; me sentía privilegiada y por qué no decirlo hasta un poco admirada por mis compañeros, y de veras que estaba muy orgullosa de ser de la laboral. Decir que eras de la Universidad Laboral, era casi como decir que eras de ……. Provincia de ……….
Lo cierto es que lo alumnos de la Universidad Laboral èramos bastante buenos en todos los deportes y destacábamos allá donde íbamos.

Mis amigos de antes, los que compartieron toda mi niñez, no entendían que me gustase estudiar en un centro donde pasaba tantas horas, pero yo no tenía palabras para saber explicarles ese mundo maravilloso que yo había encontrado allí. A ellos les parecían muchas horas a mí me faltaban, aprendí a saber convivir con gente muy diversa y a valorar lo que es la amistad y el compañerismo, tuve grandes amigos, que me apoyaron y ayudaron en muchos momentos y que jamás pude olvidar aunque desgraciadamente perdiésemos el contacto. Me enseñaron a valorar muchísimas cosas que hasta entonces ni siquiera me había parado a pensar, también me enseñaron a fumar, algo no tan bueno que me costó bastantes años poder dejar, el saber disfrutar de pequeñas cosas y a valorar muchísimo todo lo que se puede aprender de los demás.

De los amores, por qué no, también hablaré, aunque nunca fueron demasiado serios, nuestras enseñanzas no nos permitían pasarnos un pelo del límite establecido, por lo que los chicos siempre decían que éramos unas estrechas, pero esa timidez, ese respeto a lo todavía prohibido, creo que fueron la clave para mantener esa inocencia que muchos de nosotros conservamos hasta el final. No creáis que éramos de piedra y que en algunas ocasiones seguro que no nos faltaron ganas de lanzarnos, pero el respeto a lo aprendido e inculcado por la sociedad y por nuestras familias incluso el miedo diría yo a qué pasará, se imponía a cualquier deseo que pudiésemos tener.
Creo que precisamente esa inocencia es la clave de que hoy, nos veamos con ese cariño casi de hermanos que de nuevo se vuelven a encontrar, pero tuve grandes sentimientos, incluso nació en mí un gran amor, quizás el primero, el que nunca se olvida y que ahora no es cuestión de desvelar por quién aunque a algunos les pique la curiosidad.
Sólo sé que aprendí que hay que buscar las cosas más allá de lo que vemos, porque la pureza y la sinceridad a veces están escondidas detrás de lo que nunca miramos.

Tendría muchas vivencias y anécdotas que contar, pero ello me daría casi para un libro y quiero que todos participemos, el trato con los profesores, sus meteduras de pata, el viaje de estudio, la organización del mismo con D. Ricardo el profe de prácticas de oficina al que reconozco tenía un poco encandilado y siempre me llamaba para ver cómo iba el tema del viaje, mi primera aventura en avión gracias al voleibol, los bailes para recaudar fondos, y las canciones dedicadas en el comedor, el transistor debajo de la almohada por la noche para oir esa melodía dedicada en el Buho musical, son tantas cosas, que no acabaría, esas canciones que aún hoy al oirlas te trasladan al pasado, los puntos y coma del Borrego, la ironía del Anguita, el sarcasmo del Toribio, los nervio de Pablo, el profe de contabilidad, y por qué no la camaradería y los cigarritos de la Toti, cómo olvidar todo eso, jamás nunca olvidé, solo guardé en mi memoria.

Cinco años de mi vida, pasé allí, luego, de repente todo terminó, cada uno cogió su maleta y fuimos a conquistar el mundo, ese mundo que pensábamos conquistar, pero a pesar de hacer la promesa de vernos una vez al año, allí donde el dedo señalase sin mirar, jamás lo hicimos, después, el trabajo,la boda, los hijos, la familia y por qué no decirlo un camino recorrido lleno de satisfacciones, pero también de malos tragos y momentos regulares como todo ser humano, pero siempre mirando hacia delante, luchando como aprendimos todos. Hoy puedo decir que tengo una vida bastante equilibrada, que me emociona el haber puesto mi granito de arena para formar la familia tan estupenda que tengo, unos hijos admirables de los que me siento muy orgullosa , un marido adorable y que me adora pero, y que hay sin duda algo que os desvelaré, siempre lo dije y siempre lo diré, sin desmerecer nada de lo vivido, los mejores años de mi vida.
Mis años en la Universidad Laboral.

Para todos mis compañeros-as, deciros que tras mi apariencia de persona seria, siempre se escondió una romántica sensiblona, y por ser así como soy siempre vais a estar en mi pensamiento y en mi corazón y recordad todos que, por más vueltas que dé la vida, por más que nos empeñemos en ser, en buscar, en crecer, en tener, en poder, al final nos damos cuenta que sin corazón, sin sentimientos y sin el calor de la amistad y del amor, la vida no tiene sentido, se queda desnuda y pasa frío.
No dejemos enfriar esta relación que hemos recuperado, porque por muy liados y ocupados que estemos, siempre habrá un ratito para compartir con los amigos.

miércoles, 16 de enero de 2008

ADOLESCENCIA ...TIERNA PRIMAVERA

Cuando hoy la nieve viste nuestras menguadas cabelleras
anticipando ya el invierno en nuestras azarosas vidas,
la nostalgia me ha llevado a nuestras adolescentes primaveras
impregnadas de olores, recuerdos y quimeras compartidas.

Devorábamos el tiempo con fruición de fieras salvajes
con camaradería compartíamos un hambre hermosa de libertad,
recorrimos muchos caminos ligeros siempre de equipajes
nuestro mayor tesoro fue, es y seguirá siendo la fraternidad.

Ha sido la nuestra una generación de esforzados hombres y mujeres
que cimentaron su personalidad en un escenario de sincera amistad,
hemos afrontado la vida conscientes de nuestros cotidianos quehaceres
en nuestras entrañas se grabó a fuego lento el valor de la lealtad.

Es inevitable derramar alguna lágrima cuando te sumerges en tantas vivencias
es sencillamente necesario tener siempre puertas abiertas a la nostalgia,
y dejad que vuele como pájaro oteando desde el cielo aquellas residencias
para luego posarse exhausta en un verde césped de besos y de magia.

José Luis Martín Puga (experto en "chuletas" de matemáticas financieras condimentadas y fraguadas en "dolores intermitentes de cabeza", no detectables con electroencefalogramas ni resonancias magnéticas).

Uceda, enhorabuena por tu blog en el que he querido colaborar escribiendo esta nocturna poesía. Fraternales saludos a tod@s.

HOY TE QUIERO RECORDAR

Ahora que estamos todos tan emocionados,
Deseosos de recuperar el pasado que creíamos olvidado,
yo, te quiero recordar a tí, amigo Carlos.
Sé que disfrutarías estos momentos, porque yo te conocía, pude compartir contigo esos últimos años de laboral y sabía de tí, eras un chico genial y eras un buen compañero.
Recuerdo tu sonrisa, tu carácter despistado, tu manera de pensar, por qué te fuistes tan pronto? a esa oscura soledad, preparastes un día tu maleta y sacastes un billete sin retorno y te fuistes a recorrer ese camino que no tiene vuelta atrás.
Ahora que estamos preparando ese reencuentro, donde tú no vas a estar, yo quiero darte mi abrazo, estrecharte como a los demás, amigo,amigo mío amigo de todos, donde estás?
Mi corazón llora por no verte, por no poderte besar, quiero que sepas, donde quieras que te encuentres, que seguirás siempre vivo en nuestros corazones y nuestras mentes.
Hoy te quiero dar ese adios, el que nunca pude darte y decirte que, aunque no estés con nosotros, yo nunca podré olvidarte.

A tu memoria Carlos Vallejo, desde lo más profundo de mi corazón. un Beso

RECUERDOS DE LA UNI ......1976-81. A.J.UCEDA

ANTONIO JIMÉNEZ UCEDA (Fernán-Núñez, 1963). Era el benjamín de la clase y seguramente de la Uni, pues entré en la FP con 12 años, (iba adelantado de curso desde niño), venía de Cheste, donde también pasé parte de mi niñez interno (desde los 9 años) con otros compañeros. Epoca inolvidable también. Dos libros que nos "obligabana leer entonces y que son inolvidables: Alfanhuí y El otro árbol de Guernica. De este último he encontrado ahora la película y casi se me saltan las lágrimas, al igual que ocurrió al leer el libro. La buscaba, hasta que la encontré, y si tenéis la oportunidad, vedla.

Montones de imágenes dan vueltas en mi cabeza, ahora que recordamos esos años, y nos estamos viendo y preparando para esos futuros encuentros, en junio del 2008.

Este blog que se crea es con ese propósito, contar nuestras anécdotas y recuerdos de nuestro pasado en la Uni de Málaga, para revivir y compartir de nuevo un trozo de nuestras vidas.

La entrada de la transición no pilló allí y vimos Málaga en humo aquel trágico día del 4 de diciembre del 1977, que tuvimos que ir andando para ver una ciudad algo fantasma en la Alameda Principal. También recuerdo el famoso golpe de estado, donde no sabíamos que pasaría, y la tensión la respirábamos en las residencias, expectantes ante lo que decían las noticias cuando salieron los tanques en Valencia o lo que ocurría en el Parlamento..
Pero también otras vivencias y momentos inolvidables: cómo sonaba por primera vez en la radio "caminando por la mezquita" de Medina Azahara, o los discos de Triana, o de Deep Purple, (por cierto, difícil de encontrar como era el Mark I y II, aparte de su made in Japan) y otros tantos de nuestra época. ¿Recodáis la canción de Aline?

Pero cómo nos gustaba la juerga, y qué colocones pillábamos (no teníamos que conducir y buscábamos ¿desinhibirnos?) cuando había fiestas en las aulas, o salíamos de baretos por Málaga o la Pipers en Torremolinos. Un poco juerguistas, sí eramos , pero cómo disfrutábamos de nuestra libertad, pues eso. Además, lo importante era aprobar, y para eso también servíamos aunque fuera a base de chuletas, y si no preguntad al Guin.

Cómo olvidar esos ratos que vivíamos los internos dentro y fuera del Centro, o los primeros canutos, que me hacían ver las estrellas de día... ¡que finales de curso o de trimestre¡...
Pero también éramos amigos del deporte, y siempre estábamos jugando y corriendo a lo que fuera, sería por el gusanillo que nos metió el gusanillo el Ruben de E fisica. A mí aun me dura.
Las obras de teatro que vimos o las películas políticas que nos brindo Gerardo, un lujo a la inteligencia: Sacco y Vanchetti, la vi por primera vez en la Uni, igual que El gran dictador, entre otras.
Además ¡éramos gente de izquierdas también¡ ¡teníamos conciencia¡ ¡amábamos la libertad, la independencia, la camaradería¡ ...

Necesitábamos dinerillo y lo buscábamos: unos haciéndose árbitros, otros como era mi caso llegamos a vender cerillas para un imaginario viaje de estudios por Málaga, nos gustaba disfrutar. También algún trabajillo esporádico en el polígono industrial en alguna empresa "de mierda" algún trimestre, y que nos hacía perder incluso la cena, por 20 duros la hora.

Mis queridos amigos y amigas que jamas he olvidado, y con los que he seguido en contacto, mas con uno que con otros, lógicamente.

Mi primer concierto, siendo aun un crío, en un polideportivo como era Guadaljaire, para ver grupos de rock andaluz de entonces: Azahar ( que tiene un disco llamado Elixir, y que se puede conseguir en Internet), junto a Imán , Cai, Mezquita y Tabletom.

Después de Málaga, vendría una nueva laboral: Gijón, para hacer primero de Empresariales, pero esa es otra historia. Aunque, fuimos 7 u 8 de Málaga, allí fue muy duro aprobar, en mi caso, aunque lo conseguí, y pude continuar los estudios en Granada y Málaga. Disfrutamos también de Asturias, de los picos de Europa, de Gijón, que era una ciudad espectacular entonces, con su sidra, sus noches en los jardines que tenía, y su casco viejo.

Termine los estudios en Málaga, y desde entonces vivo y trabajo aquí, donde en la actualidad soy profesor de Formación Profesional, dando clases de lo mismos que nos dieron a nosotros en la uni; es decir, de Contabilidad, matemáticas financieras, etc.

Me alegra mucho encontrarme de nuevo con tod@s vosotr@s, y cuando os veo, no parece que haya pasado tanto tiempo, ¿verdad?

Un beso y un abrazo fraternal, querid@s compañer@s. Hasta siempre.