LOS HOMBRES TAMBIEN LLORAN

Hola a todos/as, que os voy a contar que no hayan comentado ya los compañeros/as en sus correos electrónicos o en el Blog, pues vivimos tres días de intensa emoción, sólo tenéis que pensar en los compañeros que no iban a venir, vinieron a tomarse una cerveza y no sólo se quedaron a comer sino que vinieron luego a la cena teniendo otros compromisos. O el compañero que pensaba que sus hijos se iban a aburrir y luego no se querían ir, así que se quedaron a pasar la noche y así evitaba conducir por la noche. Normalmente no soy de dar abrazos, un apretón de manos y ya está, pero esos días no pare de abrazar a compañeros/as, a algunos los reconocías enseguida, pues parecen que estén en su segunda juventud, de verdad que no han cambiado nada, como Pichi, Peque, Carriches, Gerinerdo o Barriga, a otros los reconocías también por haber puesto su foto actual en el Blog, como Bubi, Ana Mari, Conchi, a otros te los quedabas mirando unos segundos y bien por un gesto o un movimiento los reconocías y a los compañeros/as que no llegamos a conoces aquellos años, pues no nos conocíamos todos, mirábamos las fotos con el nombre.
Pero el título va, por las fuertes emociones que vivimos en el salón de actos, cuando se expusieron las fotos antiguas (verdad Yolanda), y no sólo a las compañeras se les cayó una lagrima, pues creo que a más de algún compañero también, ahora, disimulando y que no se note, y ya no hablemos cuando nos despediamos, pues de algunos nos despedimos tres o más veces, nadie quería irse. Os doy las gracias a todos/as por ir, pues no sabéis las ganas que tenía de veros, y la alegría que me dio, tanto ver a los compañeros/as como a sus mujeres y maridos, y a los que no habéis podido venir, espero veros en la segunda, que nuestro amigo Engo ya está preparando. Un abrazo muy fuerte para todos/as.