lunes, 28 de enero de 2008

Calles en la lluvia

Buenas noches chicos, he de confesar algo...., yo también he hecho durante estos años mis pinitos literarios, no llegan ni por asomo a tener la calidad de los tuyos Martín Puga, porque leyendo lo que escribes el alma se abre para dar paso a tanta poesía.
Voy a atreverme a escribir algo...., va por vosotros:

Calles en la lluvia, pasos al azar.
Nadie tuvo la culpa que el tiempo pasara.... pero el tiempo pasó.
No hubo ni un más ni un menos, cuanto dolor!, pero sonreí.
Eres el fantasma de un amor imposible, lejano, la sombra de unos besos que nunca olvidé.
Calles en la lluvia, pasos al azar.
La vida que pasa no es toda la vida, por eso sigo viviendo mi vida sin tí.
En la distancia hay tantas cosas que se quedan por el camino...., pero si lanzas un beso, saldré a buscarlo, si sonries me estremeceré, porque tu risa me da vida.
Con tu recuerdo, no me hace falta la luna, ni el sol, sólo el latido de mi corazón al saber que estoy dentro de tus pensamientos.
Tengo en el jardín un espacio dedicado a tí....., he plantado besos, besos que deje de caer con dulzura. Todas las noches antes de acostarme me asomo a cuidarlos. Quisiera enviártelos para que me recordaras cada noche antes de que Morfeo te lleve al país de los sueños.

Ana Mª

4 comentarios:

José Arbolea dijo...

Hola Ana Maria!.
Eso de que no te pareces ni en asomo a nuestros queridos compañer@s poetas, no te lo crees ni tú.
Me ha parecido guapisimo lo que has escrito. De verdad, cada dia me dejais más asombrado. Espero que prepareis muchas cosas bonitas para el encuentro de Junio.
Espero veros a todos.
Un beso.

ana Maria dijo...

Gracias Arbolea. Es muy bello compartir sentimientos, sensaciones y hacerlo con vosotros después de tantos años, aún más. Me da cierto pudor mostrar las cosas que escribo, pero desde que Uceda abrió este blog y viendo a los compañeros que se animan a hacerlo la verdad es que me estoy animando. Animo chicos...., Un beso

José Luis Martín Puga dijo...

¡Hola, Ana María! Agradezco que me aludas en el relato tan bonito que has publicado en el blog. Igualmente, comparto con el amigo Arbolea, que tus dotes literarias en nada tienen que envidiar las mías. Ya sabes como son estas cosas. La fama que me dan mis "colegas" granaínos es inmerecida. Es solo que a la vida me gusta buscarle su lado más poético, y cuando no se lo encuentro, sencillamente opto por buscarle el lado humorístico. Para esto es fundamental aprender a reirse de uno mismo. Yo me afano mucho en esta tarea. Así, después, procuro reirme a raudales de todo lo que me rodea. La vida son dos días y medio, y dos de ellos nos los tiramos durmiento. Así que es innecesario que nos amarguemos la asistencia más de lo que nos viene por añadidura, si comerlo ni beberlo.
Lo que comentas de la risa en tu escrito, me ha traido a la mente una reflexión que tiene su origen en un proverbio (creo que ruso), que dice, que cuando a una persona la risa (o sonrisa) le hace más guapa, es porque esta persona derrocha bondad. La foto que envias con tu comentario, refuerza este proverbio, por lo que queda claro que si tu risa te hace guapa, es por que eres una persona sencillamente buena (además tu poesía también apunta en esta línea). Yo no te envió una foto porque aunque no lo parezc (al ver mis intervenciones en este blog), soy un acérrimo enemigo de la informática. Sencillamente no sé como hacer para mandar la foto, además de que soy la excepción del proverbio ruso, y en mi caso particular, ni la risa embellece mi ajado y marchitado rostro.
Un placer haber compartido contigo estos breves pensamientos, y ánimo con tus dotes poéticas, que tú vales mucho ¡carajo!. UN FUERTE ABRAZO.

ana Maria dijo...

Te agradezco muchisimo tus palabras Jose luis, viniendo de un poeta como tú, son un verdadero halago.
Os acordais de aquello: Erase una vez un hombre a una nariz pegado....., pues bien, yo la hago mía diciendo: Erase una vez una mujer a una sonrisa pegada. Es la mejor terapia, la mejor defensa...., la risa.
Seguro que tambien tu rostro se embellece con la risa, porque ya eres bello por dentro, solo hace falta leer lo que escribes para verlo. Un placer, Ana