viernes, 29 de febrero de 2008

DEJANDO CONSTANCIA

Con mucho cariño, para tu padre, Barbero:

Ayer, cansado y triste, el sol en La Herradura
muy tímidamente en el cielo se ha asomado,
sin duda le embargaba una honda amargura
por el compañero anfitrión que nos ha faltado.

Solo se me ocurren palabras de aliento
compañero, Barbero, en estas horas crueles
por amarga experiencia sé que este momento
golpea nuestras entrañas huérfano de oropeles.

Que nuestro beso más profundo llegue alado
sorteando las montañas del litoral granadino,
ojala sea ungüento para su corazón ya ajado
brújula sempiterna que ha guiado tu camino.

Para vosotros, amig@s del alma:

Para tod@s que me habéis endulzado el día
alumbrando mi corazón con la luz de vuestra risa,
humildemente os quiero regalar esta poesía
para degustarla como el buen vino, sin prisa.

Y mañana, acaso, otra vez solo nos quede el milagro de soñar
como chiquillos nerviosos en visperas de su cumpleaños,
mas se que las más hermosas vivencias aún estan por llegar
sabedores de que el tiempo no ha hecho de nosotros unos extraños.


Gracias a tod@s por ser como sóis. Por no haber renunciado en los tiempos que nos ha tocado vivir, con tantos avatares, a ser los niñ@s que fuimos. Aquellos actores nobeles a los que en el teatro de la vida, estupefactos, les levantaron el telón y como consagrados artistas fuimos desgranando las más hermosas escenas, con la ternura de la temprana edad mas también con la inusitada solvencia que encerraban unos corazones sedientos de aventuras dispuestos a conquistar los territorios más agrestes de nuestra incipiente historia.

Os quiero a tod@s. Un cálido y fraternal abrazo. Vuestro siempre, José Luis.

3 comentarios:

El compañero fantasma dijo...

Siento enorme satisfacción por la felicidad que desprenden tus palabras, denotan la felicidad compartida y espero que esa gran energía dure hasta junio.
Nos vemos compañero y sigue deleitándonos con tus bellas palabras.

ana Maria dijo...

Querido compañero, en verdad si fue un dia memorable, gracias a tí por tus palabras, siempre es un placer leerlas, saborearlas como saboreamos ayer juntos ese vino, porque esa poesía tuya no es sólo para leerla, es para deleitarse con cada palabra, con cada verso.
Gracias amigo Jose Luis. Ana

El compañero fantasma dijo...

Amigo José Luis, se me olvidó desvelar tu curiosidad, en este mundo donde estoy, creo que las tías gúenas y los tíos gúenos, pasaron un poco a la historia, pero los grandes corazones y los grandes sentimientos creo que son más jóvenes y alteneros que nuestros cuerpos fascinantes "por hacernos algo perfectos", que lucimos antaño.
Analizo cada palabra, cada frase, cada mensaje y seguro que grandes si que somos, no en tamaño pero si en amor a la vida y la amistad.
Esperadme porque llegaré, y si os lanzáis sobre mí, que no sea para darme de collejas por mi atrevida aparición de incognito, sino para recibir el calor de vuestros abrazos y de vuestra amistad.
Saludos compañero, que junio nos espera.