domingo, 10 de febrero de 2008

Un cajoncito de mi memoria

Es muy difícil para mí escribir y transmitir lo que siento, pero lo intentaré.

Aquellos tiempos, aquellos años, aparentemente quedaron guardados en un cajoncito de mi memoria. Un cajoncito que creía sellado para siempre. No por nada en general, si por temor a recordar inseguridades, frustraciones, miedos a un futuro incierto. Pero ahora, sin planearlo, gracias a todos vosotros, y en particular a Conchi, ese cajoncito de mi memoria se ha abierto por completo, y en contra a lo que temía, han aparecido sentimientos de amistad, de ilusión, cariño… me está sirviendo a valorar positivamente lo que soy y lo que fui. Porque he conseguido muchas cosas en la vida con la que soñaba en aquellos tiempos y porque tuve la suerte de vivir esos años de un modo especial y diferente a la forma en que lo pasaron la mayoría de los amigos/as de mi edad con que me relacioné después.

Lo negativo existe, existió y existirá, aunque nos empeñemos en ocultarlo, pero no hay que apenarse pues eso no tiene remedio, y de nada sirve preocuparse por algo que no podemos cambiar.

Si hay que preocuparse en reconocer, valorar y sentir con todas nuestra fuerzas, todas las cosas buenas que la vida nos ha aportado. Y por eso estoy disfrutando mucho todos estos recuerdos, todos estos contactos con personas con la que compartí de una manera o de otra 5 años de mi vida, que nos marcaron a todos inevitablemente.

Gracias a todos vosotros.

Esther Martín.

2 comentarios:

Conchi dijo...

Gracias, Esther por tirar de ese cajoncito, seguro que dentro de ese cajón vas a encontrar cosas inolvidables y hermosas, malo, también habrá eso seguro pero, las dificultades están siempre en nuestro camino y no por ello vamos a dejar de bucar lo positivo de la vida y lo que aprendemos de cada uno de los instantes que nos ofrece. Espero que seas siempre feliz, por tu bondad por tu humildad, a lo mejor esto no te lo dije nunca pero ya ves, nunca es tarde. Besos amiga.

Rus dijo...

Mi querida Esther, me alegro mucho de que hayas decidido, por fín, compartir con nosotros esa sabiduria de mujer pausada y responsable, que ha vivido y no se ha dejado vencer por las circunstancias...al contrario, ha conseguido superarlas dia a dia. Grácias por compartir tus pensamientos con todos nosotros. Nunca he dudado de que tienes mucho que ofrecer, aunque por esa humildad tuya, pienses que no...
Recuerda que te quiero, comadre... y te doy las gracias por compartir conmigo todos estos años. Besos. Isabel.