viernes, 7 de marzo de 2008

COMPAÑERO DEL ALMA, COMPAÑERO


Buenos días compañeros, buenos días para mis damiselas y caballeros andantes, tras las jornadas deportivas que nos han acontecido y que nos han mantenido un poco despitados, a todos, aunque nuestro amigo Puga no lo haya referido, vuelvo con mis andaduras fantasmales, a proporcionaros otro rarito espectrante y despistante.

Hoy recuerdo, como si de ayer se tratase, de aquellas tardes de sábado, cuando ibamos a la Colonia a bailar (bueno eso decíamos), aquella casa, donde había que subir a la planta de arriba, y un gran salón era testigo de nuestros más acalorados deseos carnales. Los cruces de miradas eran constantes y las indecisiones más aún, lo cierto es, que algunos si que conseguimos esos rocesillos con la persona elegida, otros desgraciadamente no. Yo en particular, bailé y mucho, y todavía hoy resuenan en mis oidos esas melodías que, inevitablemente vuelven a traer imagenes a mi memoria, como si el tiempo no hubiese pasado, luego el reloj, la hora, que son las ocho menos cuarto, salida fugaz y despedida al otro lado de la carretera, porque a las 8 era el toque de queda y los aprendices de amantes se tenían que despedir. ¡Qué hermosos recuerdos!, pero que vacío se sentía al llegar aquella horrible hora, cuanto se hacía de rogar el adios.
Si amigos, yo también estaba allí, y en los bailes de Pedregalejo y en los de la Uni, como podría olvidarme, son recuerdos inborrables.

Recuerdo cuando nos congregamos todos en el anfiteatro para recordar a nuestro compañero Pedro, que murió en un accidente de moto. Yo no le conocía demasiado, pero aquel día me emocioné, uno de los nuestros se marchó y a esa edad era imcomprensible que esas cosas nos sucediesen a nosotros, pero todo era real como la misma vida.

Quisiera, dar mi enhorabuena a esos pillines que dicen haberme capturado, son evidentemente audaces si es que realmente han acertado. Para los más recatados y que esconden sus descubrimientos, para que lo tengan más fácil, les voy a contar un cuento.
"Erase que se era, una persona que fué muy feliz, que conoció a gente fantástica, que supo valorar lo que allí encontró y eso reforzó sus raices para comenzar a vivir, persona que fué afortunada estando en la Uni, que voló en la primavera de sus años, que aprendió donde se encuentra el amor, que tuvo la suerte de estudiar sin problemas pero lloró cuando tuvo que marcharse, personaje que nació cuando los campos no florecen y en la cuna del mediterráneo, donde aún hoy junto con su familia, pasea sobre sus cálidas arenas. Personaje al que no quitaba el sueño el hecho de estudiar, no por ello puede presumir de que sudó y mucho su camiseta siendo laboral, ese personaje soy yo, que os espera impaciente, a vosotros a su gente, y no hay más pistas por hoy, de momento aquí se termina el cuento, otro día seguiré, algo más os contaré y si despacito analizáis estas letras, me veréis cada vez me tenéis más cerca.
Señoras, señores, aquí estoy.

4 comentarios:

Paqui Viruel dijo...

"Mi corazón, ya terciopelo ajado, se abre a un campo de almendras espumosas, mi avariciosa voz de enamorado, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero....Miguel."
Yo aún sigo sin saber quien eres...pero de todas formas, besos....porque tus recuerdos son los de muchos de nosotros, no estuve demasiado en esos bailes, pero las pocas veces que estuve, me resultó delicioso

Pepi Montiel Real dijo...

Amiga Paqui, nosotros sabemos quién es. Es un tío muy perita, que baila mucho y corre más todavía. Ya te llamamos y te lo decimos en secreto, pero no lo divulgues porque dimos la palabra de no publicarlo. Besos.

Rus dijo...

Cuando se comparten emociones y experiencias como las que relatas, compañero, el nombre es lo de menos... porque una cosa es cierta... llevas parte de nosotros, igual que nosotros de tí... y cuando al fin descubras tu cara... sabremos que siempre has estado ahi.. formando parte de todo. Gracias por la emoción, gracias por el recuerdo... Besos. Isabel.

ana Maria dijo...

Pero que listas que sois, yo por mucho que hago memoria, no consigo ver quién es nuestro compañero el fantasma,pero una cosa es cierta, me encanta leer lo que escribe y como lo escribe. Estas con nosotros amigo.