miércoles, 1 de octubre de 2008

CONFIDENCIAS


Vaya, vaya, nadie rompe el hielo además de mi poeta y yo, pero bueno, como siempre os he dicho a mi no me cuesta nada escribir, es más una vez que me pongo, las palabras me van fluyendo solas, nunca tengo que pararme a pensar que voy a deciros, porque me va brotando de adentro. Bueno hoy, 1 de octubre estrenamos mes, y yo estreno vida y tranquilidad, os cuento, algunos ya estáis informados pero bueno a lo mejor puede que a otros les sirva para aprender a valorar lo más hermoso que tenemos que es nuestra vida, e intentar de llenarlas de todo lo hermoso que hay a nuestro alrededor.

Hace unos 4 años, me hicieron una analítica por un dolor que tenía en un lado, bueno el dolor no fue nada, pero en dicha analítica aparecía una proteina en sangre que no era normal, mi médico de cabecera me volvió a repetir la analítica y de nuevo salía lo mismo, así que me envió a 3 especialistas para que ellos pudisen diagnosticar a que se debía esta anormalidad, Reumatólogo, Otorrino y Hematólogo. Después de visitas y pruebas con ellos, todo mi historial acabó en hematólogía, yo inocente, porque siempre vamos al médico pensando que no tenemos nada, que nada nos va a pasar y que todo le pasa a los demás. Voy a la consulta del hematólogo y éste me dice que ese desarreglo en la sangre, aunque mis niveles eran bajos, podría derivar en un mieloma, o sea una variedad de cancer, imagináos lo que me entró por dentro cuando oí esta palabra, el mundo se me vino abajo, se rompieron los esquemas y me di cuenta de lo que puede cambian la vida en cuestión de segundos. Este médico para comprobar que de momento descartábamos esta enfermedad, me mandó hacer una bioxia, extrayendo líquido de la médula a través del esternón, ese día fuí sóla, no quería que en mi casa supiesen nada hasta no saber si tenía esa enfermedad o no, este análisis tardaba unos 30 días, ya imaginaréis que 30 días pasé, la ansiedad que salía por todos los poros de mi cuerpo, me ahogaba, ya me notaba síntomas de todo, no podía oir hablar de enfermedades, total un caos, que afortunadamente superé y Dios no me abandonó y cuando llegó el resultado, fué negativo, no os imágináis que sensación de alivio, que manera de recuperar en un instante la vida, las ganas de seguir, la ilusión. Bueno como consecuencia de todo esto, cada año debo hacerme una analítica para comprobar que esos niveles siguen donde deben y no suben más de la cuenta, es una enfermedad que tenemos 3 de cada 100 y que estadísticamente se desarrolla en un 10% de las personas con este trastorno.

Hoy ha sido mi día de ir a la revisión, a las 16,45 estaba que me moría de angustia, a las 17,00, he vuelto a nacer y me sentía con deseos de contaros esto que me sucede porque a lo mejor algunos de vosotros puede que estéis en una situación parecida. Desde aquí quiero enviar fuerzas y ánimos a todos aquellos que sé que lo necesitan porque padecen mucho más que yo, les entiendo y rezo al señor por ellos para que todo les salga bien y a los demás sólo un mensaje, no malgastéis vuestra vida, porque es preciosa, no penséis en cosas necias, ni luchéis por lo que no necesitáis, porque en definitiva la salud es lo más importante, lo demás, creédme que sobra y eso se descubre en sólo unos segundos.

Bueno mis queridos, hoy me siento aliviada, hoy empiezo de nuevo a no pensar, sólo en tratar de ser feliz y de sacar el mayor partido posible a esta vida que nunca sabemos cuanto nos puede durar.

Os quiero y tengo ganas de volver a veros a todos, ahora mismo os daría un abrazo para que pudiéseis sentiros como yo me siento, sed felices y hacer felices a los que os rodean.

1 comentario:

José Luis Martín Puga dijo...

Amiga Conchi, que conmovedora historia personal la tuya. Aunque si uno se para a pensar tranquilamente, todas las cosas encajan, como si de un gigantesco puzzle si tratase. Comparto contigo que en la vida, la salud, es lo más importante de todo. Pero estoy convencido, de que para uno sé de cuenta de las cosas, tiene que sufrir en sus propias carnes, experiencias tan vitales y "hermosamente" duras como las que tu cuentas en tu relato "Confidencias". Yo no doy gracias a Dios pues soy un ateo convencido, pero si doy gracias a la naturaleza, a la vida, al universo, al engranaje maravilloso que mueve la rueda de la historia, porque tus problemas de salud finalmente no hayan sido nada preocupantes y todo se reduzca a controles anuales en tus analíticas de sangre. Es normal que seas una mujer sensible, enamorada de las pequeñas cosas de la vida, de los más ínfimos detalles. Con todo lo que has pasado has aprendido a valorar lo auténtico de nuestra existencia. Yo también he pasado por tragos muy amargos. Precisamente el próximo día 6 de noviembre se cumplirán 10 años de un fatal accidente de tráfico, que me ha dejado numerosas secuelas en toda la columna vertebral (más graves en la región cervival y lumbar), que me hizo cambiar rotundamente mi filosofía de la vida. Yo siempre les digo a mis amigos, que antes del 6-11-98 yo era la persona más "tonta" del planeta Tierra, pero que ahora también me considero el más "listo", pues de aquella fatídica experiencia he sacado la conclusión de que los amigos, la familia y la salud, forman un maravilloso tridente que rige los destinos de mi vida. En ellos me vuelco todo lo que puedo, y mi calidad de vida, te puedo asegurar ha dado un giro de 360 grados. Quizás mucha gente que lee nuestras historias no llega a captar el trasfondo de nuestro mensaje de "dicha" y "euforia" por vivir. Es entendible. Hay que pasar por tragos similares a los nuestros, para que se comprend el valor tan crucial que nosotros le damos a la llegada de un nuevo día, en el que todo puede estar por descubrir si lo empleamos como si fuera el último que nos toca vivir.
En fin, que te puedo contar yo que tu no hayas experimentado en tus propias carnes. Entre nosotros, con nuestra similar experiencia vital, sabemos que hasta los silencios más rotundos pueden albergar los más nítidos y hermosos mensajes.
Un abrazo fraternal, Conchi.